sábado, 7 de julio de 2012

UN CORAZÓN DE MADERA

"Vamos, ven a mi árbol en flor, esta noche apagaremos la luz y dejaré pares de gafas sobre tus brotes. Con la punta de tus ramas rayarás la bóveda celeste y sacudirás el tronco invisible que sostiene la luna. De nuevo caerán los sueños como una nieve tibia a nuestros pies. Tus raíces en forma de tacón de aguja las plantarás en la tierra, firmemente ancladas. Deja que me suba a tu corazón de bambú, quiero dormir a tu lado.


Suena medianoche en el reloj. Advierto algunas virutas de madera en la cama; algunas partes de mi reloj se astillan. Miss Acacia desembarca sin gafas pero con una mirada tan concentrada como si tuviéramos un encuentro de negocios.

.- Estuviste muy raro anoche, incluso me dejaste marchar sin decirme adiós, ni un beso, nada. Jugueteabas con tu reloj, hipnotizado. Tuve miedo de que te cortaras con las agujas.
.- Lo siento mucho, solo quería probar una cosa para que te quedaras un poco más de tiempo, pero no funcionó.
.- No, no funcionó. No juegues conmigo. Te quiero, pero ya sabes que no puedo quedarme hasta el amanecer.
.- Lo sé, lo sé... es precisamente por eso que intenté...
.- Además, podrías quitarte el reloj mientras estamos juntos, me hace daño cuando me abrazas...
.- ¿Quitarme el reloj? ¡No puedo!"

("La mecánica del corazón", Mathias Malzieu)

No hay comentarios:

Publicar un comentario