viernes, 26 de octubre de 2012

ZAPATOS DE CHAROL GRANATES

"No lo he pensado mucho, pero creo que soy atea. Carlos lo era por convicción y yo creo que lo soy porque no me queda más remedio. Mis padres eran religiosos, muy conservadores, creo. A mis padres no les dio tiempo a educarme, pero en ocasiones he pensado que algunas cosas de las que hago, sobre todo en el sexo, no les habrían parecido bien. Yo fui a catequesis e hice la comunión. Los tres íbamos a misa todos los domingos. A misa de once para ser exactos, y luego a un bar donde mi padre tomaba cerveza y mi madre mosto. Yo me quedaba jugando en un parque que había justo entre la parroquia y el bar. Después nos íbamos a comer a casa de mi abuela, con ella y con mi tía. Recuerdo cómo iba vestida de domingo. Antes, a los niños, nos vestían de domingo. Mi uniforme era un vestido de florecitas azules, leotardos blancos, un abrigo gris de botones muy grandes y una diadema de terciopelo negro. 


Una vez tuve unos zapatos de charol granate oscuro que me compró mi madre. Ese fue posiblemente el día más feliz de toda mi infancia. Yo tendría unos siete años y me los compró un martes. Contaba los días con ansiedad para que llegara el siguiente domingo y poder estrenarlos. Fui a misa con ellos y me la pasé mirando el maravilloso brillo de mis zapatos de charol granate. Después, como siempre, mis padres fueron al bar y yo al parque. Estuve allí todo el rato hasta que mis padres salieron del bar. Al levantarme, comprobé que las punteras de mis zapatos de charol estaban arañadas por la tierra y se veía el cuero negro que había debajo del charol. Ver aquellas punteras destrozadas me provocó una tristeza que recuerdo insuperable. Algunas veces me acuerdo todavía de mis zapatos rotos y creo que ahora mismo podría dibujar con absoluta precisión la forma de aquellas nubes negras que se instalaron en mis zapatos hasta que mi madre me los cambió por otros negros normales, "mucho más sufridos", según ella. Recordando el brillo de mis zapatos granates, creo que aquella mañana en el parque descubrí que las cosas que realmente quieres mucho duran demasiado poco. Y lo peor es que fui yo quien los destrocé sin darme cuenta".

("Para Ana (de tu muerto)"; Nuria Roca y Juan del Val)

MIEDO

"Esos "trocitos" de libros que un día leíste y sin saber la razón exacta quedan en tu memoria para siempre..."



("La mecánica del corazón"; Mathias Malzieu)

martes, 23 de octubre de 2012

METRO

"La gente cuando va en el Metro se vuelve fea. Lo da el lugar. Sobre todo por las mañanas. La fealdad de las personas en el Metro no es casual, se produce porque nadie quiere estar allí. Cenando en un restaurante en verano a la orilla del mar sucede todo lo contrario. El feo es normal, el normal es guapo  y el guapo lo es mucho. Eso pasa porque esa gente está donde quiere estar".



("Para Ana (de tu muerto)"; Nuria Roca y Juan del Val)

CUANDO ERA NIÑA

"...Cuando recuerdo a mis padres, entiendo que los he intentado olvidar. Los recuerdos que tengo de ellos con de muy niña, del barrio donde vivíamos. Me acuerdo de una bici roja y mi padre ayudándome a montar a dos ruedas en un descampado, una Nancy a la que mi madre bañaba conmigo, el taxi que cogíamos los domingos para ir a ver a los abuelos y a los tíos, que vivían en Usera. Una tienda de ultramarinos que regentaba un tal señor Diego, muy bajito, y su señora, una mujer muy fea y muy alta de la que apenas recuerdo su cardado color rojo, una bata azul desgastada con la que atendía detrás del mostrador y un lunar marrón muy grande que tenía en una mejilla. Del señor Diego recuerdo que cojeaba, que tenía el pelo blanco y que siempre me daba una piruleta ante la mirada cómplice de mi madre, que se hacía la disgustada con el eterno: "Luego hay que comerse toda la comida". Apenas recuerdo la enfermedad de mis padres ni la tristeza que me dio su ausencia. Un día, mi vida era de una manera y, de repente, fue de otra muy distinta. Hasta que mi madre enfermó, creía que a mí no podría pasarme nada malo. Después me quedé sola y comencé a sentir que no podría pasarme nada bueno.  Me equivoqué las dos veces. Ahora, hay muchos días que me despierto pensando que, pase lo que pase, en realidad nunca pasa nada. La vida va transcurriendo sin que podamos cambiarla. Hay otros días, sin embargo, que me levanto con la esperanza de volver a estar equivocada".


("Para Ana (de tu muerto)"; Nuria Roca y Juan del Val)

miércoles, 17 de octubre de 2012

TRENES...


"Llega un momento en la vida en que debes decidir qué tren quieres tomar y, una vez en él, no puedes pensar lo que ocurriría si tomaras otro. Hay que disfrutar a tope y aprovechar al máximo todo lo que nos ofrece en su interior. No podemos conocer qué esconden los demás trenes, aunque nos despertemos muchas noches soñando que eran mejores. En realidad, la perfección sólo existe en nuestro interior, en lo que creemos nosotros que es perfecto. Todos los caminos nos conducirán a un lugar distinto, pero serán nuestros pasos lo que nos van a permitir encontrar más o menos chispas de felicidad en cualquiera de ellos".




("Correr o morir"; Kilian Jornet)

LA MONTAÑA


"...Y así fue como nuestros padres nos enseñaron a amar la montaña: haciendo que nos sintiéramos parte de ella. Porque en el fondo una montaña es como una persona: para amarla, primero hay que conocerla, y una vez conocida, puedes saber cuándo está enfadada y cuándo contenta, cómo tratarla, cómo jugar con ella, cómo cuidarla cuando le hacen daño, cuándo es mejor no molestarla..., pero la diferencia con cualquier persona es que la montaña, la naturaleza, la tierra, es inmensamente mayor que tú. No hay que olvidar nunca que tú solamente eres un pequeño punto, un puntito en el espacio, en el infinito, y que es ella quien decide en cualquier instante si quiere borrar o no este punto".

("Correr o morir"; Kilian Jornet)




martes, 16 de octubre de 2012

(CARTA Nº 9); LUCHA POR ALGO SUPERIOR A TÍ MISMO

(Taj Mahal, Nueva Delhi (India), mausoleo construido por amor a principio de la década de 1600 por Shah Jahan emperador del Imperio Mongol)

"No hay personas vivas que estén de más en este mundo. Cada uno de nosotros está aquí por un motivo, por un propósito especial, para cumplir una misión. Sí, construye una vida hermosa para ti y para quienes amas. Sí, sé feliz y pásalo muy bien. Y sí, ten éxito. Siempre siguiendo tus principios y no tanto los que te sugiere la sociedad. Pero, sobre todas las cosas, sé importante. Haz que tu vida trascienda, sé útil. Y sé de utilidad al máximo número de personas. Es la forma en que cada uno de nosotros puede pasar del reino de lo común a las alturas de los extraordinario. Y caminar entre las mejores personas que han existido jamás".


("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)




sábado, 13 de octubre de 2012

(CARTA Nº 8); EL PROPÓSITO DE LA VIDA ES AMAR

"Lo bien que vivas depende de cómo ames. El corazón es más sabio que la razón. Hónralo. Confía en él. Síguelo".


(La ciudad de las Rocas Rojas, Arizona- Sedona (EEUU), paisaje desértico más hermoso del mundo)


("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

(CARTA Nº 7); LOS PLACERES MÁS SIMPLES DE LA VIDA SON NUESTRAS MAYORES ALEGRÍAS

(Shangai (China), la ciudad de los rascacielos y la modernización salvaje)

"La mayoría de las personas no descubren qué es importante en la vida hasta que son demasiado mayores para actuar en consecuencia. Pasan gran parte de sus mejores años persiguiendo objetivos que al final importan poco. Aunque la sociedad nos invita a llenar nuestras vidas de objetos materiales, la mejor parte de nosotros sabe que los placeres más simples son los que nos enriquecen y nos llenan. No importa que nuestra situación sea difícil o acomodada, todos poseemos una gran riqueza de sencillas bendiciones a nuestro alrededor, a la espera de que la valoremos. Si lo hacemos, nuestra felicidad aumenta. Nuestra gratitud se propaga. Y cada día se convierte en un asombroso regalo".

("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

martes, 9 de octubre de 2012

(CARTA Nº 6); ESCOGE BIEN TUS INFLUENCIAS

"No vivimos el día a día solos ni al margen del mundo que nos rodea. Por ello debemos estar siempre atentos con las personas y las cosas a las que damos cabida en nuestra vida. Es señal de sabiduría el decidir pasar el tiempo en aquellos lugares que nos inspiran y nos llenan de energía, y relacionarse con esas personas que elevan nuestro espíritu y nos animan. Tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, esos amigos y conocidos más positivos nos ayudarán a ser la mejor versión de nosotros mismos y a llevar una vida más trascendental".


(Isla Cabo Bretón, Nueva Escocia (Canadá), una de las islas más bonitas del mundo. En ella se encuentra uno de los lagos de agua salada más grandes del mundo: el Bras d´Or)


("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

jueves, 4 de octubre de 2012

(CARTA Nº 5); VIVE LO MEJOR QUE PUEDAS Y TRABAJA DE IGUAL FORMA

(Sagrada Familia, Barcelona (España), obra de Gaudí)

"No hay trabajos insignificantes en este mundo. Toda tarea es una oportunidad para expresar el talento personal, para crear una obra de arte y ser conscientes del genio que podemos llegar a ser. Debemos trabajar tal como pintaba Picasso: con devoción, pasión, energía y excelencia. Así, nuestra productividad no solo se convertirá en fuente de inspiración para los demás, sino que tendrá impacto, pues cambiará las vidas de quienes nos rodean. Uno de los mayores secretos para vivir la vida de forma hermosa es llevar a cabo trabajos importantes. Y hacerlo de un modo tan magistral que los demás no puedan dejar de fijarse en uno".

("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

martes, 2 de octubre de 2012

(CARTA Nº 4); REALIZA PEQUEÑOS PROGRESOS DIARIOS

"La manera en que hacemos las pequeñas cosas determina la manera en que hacemos todo. Si realizamos las tareas menores de modo correcto, también tendremos éxito en los esfuerzos importantes. La maestría se convierte así en nuestra forma de ser. Pero más importante que esto es que cada pequeño esfuerzo sirve para realizar los siguientes, para que así, ladrillo a ladrillo, podamos construir verdaderas maravillas. Esto genera una gran confianza en uno mismo y se hacen realidad los sueños extraordinarios. Los verdaderos sabios reconocen que los pequeños progresos diarios siempre derivan en resultados excepcionales a largo plazo".


(Yacimiento Uxmal, Mérida (México); uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la cultura maya del periodo clásico)


("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

(CARTA Nº 3); VIVE CON AMABILIDAD

(Barrio de Gion, Kioto (Japón); el barrio de las Geishas)


"Es importante recordar que, al igual que nuestras palabras son la expresión verbal de nuestros pensamientos, nuestras acciones son la manifestación de nuestras creencias. Ninguna acción, sin importar lo pequeña que sea, es insignificante. La forma en que tratamos a una sola persona define cómo tratamos a todo el mundo, incluido nosotros mismos. Si no respetamos a los demás, no nos respetamos a nosotros mismos. Si somo desconfiados con los demás, somos desconfiados con nosotros mismos. Si somos crueles con los demás, seremos crueles con nosotros mismos. Si no podemos apreciar a quienes nos rodean, no nos apreciaremos a nosotros mismos. Con cada una de las personas que nos relacionamos, con todo lo que hacemos, debemos ser más amables de lo que se espera que seamos, más generosos de lo que se prevé, más positivos de lo que nosotros mismos creemos posible. Cada instante experimentado frente a otro ser humano es una oportunidad de expresar nuestros más elevados valores y de influir en alguien con nuestra humanidad. Podemos lograr que el mundo sea mejor, persona a persona".

("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)

(CARTA Nº 2); ACOGE TUS MIEDOS

"Lo que nos retiene en la vida es la arquitectura invisible del miedo. Nos hace permanecer en nuestras zonas de bienestar, que son, en realidad, los lugares menos seguros en lo que vivir. De hecho, el mayor riesgo en la vida es el de no correr riesgos. Sin embargo, cada vez que hacemos aquello que tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el miedo, porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede haber concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el crecimiento y la evolución, nos volvemos más libres. Cuantos más miedos afrontemos, más poder recuperaremos. De esta forma, nos volvemos no solo valientes, sino poderosos, y logramos vivir la vida de nuestros sueños".

(Catacumbas de París, (Francia) año 1700)


("Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari"; Robin Sharma)