lunes, 25 de mayo de 2015

MIRARSE AL ESPEJO

"Por muy mayor que uno se haga, mientras viva siempre descubre cosas nuevas sobre uno mismo. Por mucho tiempo que uno pase desnudo escrutándose ante el espejo, éste nunca llegará a reflejar su interior.


(...)Y a veces (si todo va bien), podemos aprender que lo que de veras da calidad a la vida no se encuentra en cosas fijas e inmóviles, como los resultados, las cifras o las clasificaciones, sino que se halla, inestable, en nuestros propios actos. Y, a menudo, las cosas verdaderamente valiosas son aquellas que solo se consiguen mediante tareas y actividades de escasa utilidad. Tal vez sean tareas y actividades vanas, pero jamás estúpidas. Eso pienso yo. Pienso así tanto por mi sentir, como por mi experiencia".

("De qué hablo cuando hablo de correr", H. Murakami)

QUE QUIZÁ LA VIDA SEA ASÍ...


"(...) Y, a quienes tienen la suerte de librarse de morir jóvenes, se le privilegia con el preciado derecho de ir envejeciendo. Les aguarda el honor de su progresiva decadencia física. Hay que aceptar este hecho y acostumbrarse a él.
Lo importante no es competir contra el tiempo. Es posible que, en adelante, para mí tenga mucho más sentido saber con cuánta satisfacción correré esos cuarenta y dos kilómetros y hasta que punto disfrutaré. Probablemente tenga que empezar a valorar y a disfrutar de las cosas que no se expresan en cifras. Y, muy probablemente, tenga que buscar a tientas una forma de orgullo ligeramente distinta de la que he sentido hasta ahora.
No soy ni un joven que solo piensa en desafiar récords ni una máquina inorgánica. Solo soy un escritor que, consciente de sus limitaciones, intenta prolongar un poco más, aunque solo sea un poco, sus habilidades y su vitalidad.
Y solo falta un mes para la Maratón de Nueva York".

("De qué hablo cuando hablo de correr", H. Murakami)