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jueves, 14 de agosto de 2025

LA CASA


"Estábamos de paso. La casa no era nuestra. No habíamos pagado por ella. Sin embargo, en el mejor de los sentidos, nos habíamos apropiado de ella incorporándola a nuestras vidas a fuerza de pintar sus paredes, de rellenar sus grietas, de compartir la comida bajo la parra. Una cosa era tener una escritura con tu nombre y un número de catastro y otra apropiarse del lugar. De lo primero se encarga el notario, con sus apresuradas rúbricas, sus palabras graves, su ensayada cortesía y sus aranceles estipulados por ley. De lo segundo se ocupa la vida"

                                              ("Elogio de las manos"; Jesús Carrasco)

lunes, 21 de julio de 2025

FUI UN NIÑO DE PUEBLO

"En su ausencia, seguí escribiendo: Fui un niño de pueblo y, sin que pueda evitarlo, quiero para mis hijos algo parecido a aquella experiencia de la libertad que no encuentro en la ciudad. Ni en la más peatonalizada. Cuando estamos aquí, en el pueblo, Anaïs y yo suspendemos parte de nuestros miedos. Las niñas desaparecen de vista al bajar del coche y reaparecen, en ocasiones, magulladas. Han subido a una peña donde, quizá, hay más peligros que en la Quinta Avenida. Dejamos que se pierdan por las calles, los caminos y las lomas. Dejamos que exploren y sean ellas quienes empujen los límites de sus territorios conocidos. Cuando salen al campo, siguen las veredas por las que las ovejas y las vacas van de un lado a otro, superponiendo su mapa al de los animales. Se asoman cada día a su tierra incógnita. De allí vuelven siempre con algo inesperado: el cráneo prístino de una cabra, piñas secas en las que ya no quedan piñones pero que nos sirven para encender la chimenea en invierno; vainas de cartuchos de caza".


("Elogio de las manos"; Jesús Carrasco) 

lunes, 1 de mayo de 2023

VERANO EN EL PUEBLO

"Leva se pregunta por aquel hombre, mayor que él, al que conoce de toda la vida, con cuyos hijos él se ha criado. Juntos bajando las cuestas, haciendo rodar los aros. Juntos atrapando ranas y ayudando en la matanza. Los niños de este pueblo son otro pueblo. A nadie se deben cuando consumen sus días en juegos inútiles, sin otro propósito que el juego. La risa en la Corredera, los helados de Jaramillo en verano, los barquillos en invierno. Las puertas de las casas todas entornadas, nunca cerradas. Cortinas colgando que no se mecen, porque allí no corre el aire en agosto, salvo en las noches perfumadas". 

("La tierra que pisamos"; Jesús Carrasco)