jueves, 14 de agosto de 2025

LA CASA


"Estábamos de paso. La casa no era nuestra. No habíamos pagado por ella. Sin embargo, en el mejor de los sentidos, nos habíamos apropiado de ella incorporándola a nuestras vidas a fuerza de pintar sus paredes, de rellenar sus grietas, de compartir la comida bajo la parra. Una cosa era tener una escritura con tu nombre y un número de catastro y otra apropiarse del lugar. De lo primero se encarga el notario, con sus apresuradas rúbricas, sus palabras graves, su ensayada cortesía y sus aranceles estipulados por ley. De lo segundo se ocupa la vida"

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