lunes, 21 de julio de 2025

FUI UN NIÑO DE PUEBLO

 "En su ausencia, seguí escribiendo: Fui un niño de pueblo y, sin que pueda evitarlo, quiero para mis hijos algo parecido a aquella experiencia de la libertad que no encuentro en la ciudad. Ni en la más peatonalizada. Cuando estamos aquí, en el pueblo, Anaïs y yo suspendemos parte de nuestros miedos. Las niñas desaparecen de vista al bajar del coche y reaparecen, en ocasiones, magulladas. Han subido a una peña donde, quizá, hay más peligros que en la Quinta Avenida. Dejamos que se pierdan por las calles, los caminos y las lomas. Dejamos que exploren y sean ellas quienes empujen los límites de sus territorios conocidos. Cuando salen al campo, siguen las veredas por las que las ovejas y las vacas van de un lado a otro, superponiendo su mapa al de los animales. Se asoman cada día a su tierra incógnita. De allí vuelven siempre con algo inesperado: el cráneo prístino de una cabra, piñas secas en las que ya no quedan piñones pero que nos sirven para encender la chimenea en invierno; vainas de cartuchos de caza".


("Elogio de las manos"; Jesús Carrasco)