"Necesito un país que se arranque la tristeza, gente buena porque sí, corazón en la cabeza.
Necesito un país que sonría, necesito un país que se arranque ese gris que oscurece sus días. Un país sin derechas ni izquierdas, ni cuerdas que tensan rivales. Sin peleles que vendan en teles sus intimidades.
Un país sin Rajoys, Rubalcabas ni Aguirres. Donde criemos a niños sensibles sabiendo que aquí serán libres, un país con más libros y menos partidos del siglo. Un país sin peligros ni líderes tan inservibles. Un país sin desahucios, mentiras ni estafas, donde se acepten todos los credos, los sexos, ideas y razas.
Un país que no se atraganta, que aguanta sus peros, donde justicia sea igual para obreros que para la infanta. Un país que levanta su voz y que grita, que se agita y no calla en cada batalla contra quien le quita su pan y su techo, que golpeé su pecho y olvide el recelo, que salga a exigir sus derechos sin dudas ni miedos.
Un país que limpie su rostro y se olvide del yo, que encuentre en nosotros la fuerza, la voz, que tenga el valor, un país que se informe y no se conforme con humo, donde trabajo y vivienda no sea el privilegio de algunos.
Necesito un país que piense y use la cabeza, donde llenar la despensa no sea una proeza. Un país que mejora y no roba, no llora, no implora. Un país que se arranque la pena de una vez por todas.
Necesito un país que se arranque la tristeza, algo menos de rencor, algo de delicadeza."
("Necesito un país", Marwan y Nach)