"A medida que nuestras sociedades son más y más confortables, es más y más difícil disfrutar. Para sentir placer necesitamos el no-confort. Se disfruta de comer cuando se siente hambre. Por eso buscamos vacaciones de ese confort, para volver a disfrutar de comer arroz cocido, beber agua casi potable o abrigarse con un saco de dormir. Lo he pasado mal en muchas ocasiones, pero al abrir la tienda de campaña en Mozambique o Kazajistán y ver el regalo del nuevo amanecer he sentido que contemplaba el mismísimo nacimiento del mundo y he sabido que estaba en el sitio que me correspondía"
("Diario de un nómada", Miquel Silvestre)
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