"(...) Pero el mundo, cuando se tienen seis años, posee un brillo especial. Una carroza de madera, con una improvisada decoración de dorados, crespones y escenas de cuentos de hadas, la cabeza de un dragón en un escudo, Rapunzel con peluca de lana, una sirena con cola de celofán, una casita de pan de jengibre hecha con alcorza y cartones dorados, sin que falte la bruja en la puerta agitando sus uñas verdes y extrañas en dirección a un grupo de niños que miran en silencio... Cuando se tienen seis años se perciben sutilezas que un año más tarde ya no se captan. Detrás del papier-marché, de la alcorza, del plástico, todavía se ve a la bruja de verdad, la magia de verdad. Anouk levanta los ojos y me mira, con esos ojos que tienen el verde azulado de la Tierra cuando se la contempla desde muy alto, un color fulgurante"
("Chocolate", Joanne Harris)