"En el cielo de una gran ciudad hizo describir a una águila figuras perfectas. Cléa no había perdido el don de la poesía aérea. Cuando por fin comprendí lo que estaba escribiendo, leí: "Te he echado de menos".
Una mujer que consigue escribirte "Te he echado de menos" con una cometa no se olvida nunca.
El sol se levantaba ya. Sobre la acera, nuestras sombras se estiraban, una al lado de la otra. De pronto, vi que la mía se inclinaba para besar a la de Cléa.
Entonces, venciendo mi timidez, me quité las gafas y la imité.
Parece ser que esa misma mañana, en una playa, volvió a encenderse la luz de un pequeño faro abandonado, o eso me contó la sombra de un recuerdo".
("El pequeño ladrón de sombras"; Marc Levy)