"-Nunca olvides que el amor y la esperanza son infinitamente más poderosos que el odio y la furia.
La chica lo miró con los ojos llenos de lágrimas, la barbilla le tembló. Yuri le dedicó una sonrisa, le dio la espalda y se marchó. En la calle lo aguardaba una patrulla de soldados armados. Se detuvo en la acera. Respiró el aire fresco y alzó la vista al cielo, en el que ya brillaban los primeros rayos de sol. No se veía ni una sola nube en aquel luminoso horizonte; un espléndido día de primavera, pensó, su último amanecer."
("Últimos días en Berlín"; Paloma Sánchez-Garnica)
No hay comentarios:
Publicar un comentario