"Finalizó el domingo la Maratón de San Sebastián. Preparar y participar en una carrera de este tipo es algo más que correr 42km. ¿Qué implica?
Fantasear con un sueño. Las personas nos sentimos vivas cuando nos ilusionamos con nuevos proyectos. Entre los que más satisfacción producen están los sueños personales, esos retos que te gustaría cumplir antes de dejar esta vida. Correr un maratón forma parte de la fantasía de los amantes del running, que ven en esta carrera la expresión máxima del éxito.
Planificar cómo cumplirlo. El segundo paso es construir el camino para convertir la fantasía en realidad, y disfrutar de cada paso. Tienes que elaborar el plan: días en los que entrenar será una prioridad, buscar ayuda técnica para trabajar con sentido común, prevenir las lesiones, calzado y ropa adecuados, alimentarte de forma saludable...
Salir de la zona de confort y aprender a convivir con situaciones adversas: molestias, dolor, cansancio, así como las condiciones climáticas cuando entrenas cada día del año. La vida no es justa y no siempre se dan las condiciones idóneas para seguir luchando. Necesitas aprender a lidiar y convivir con la parte difícil de la vida.
Perseverar. Un maratón es un objetivo a largo plazo. Nadie consigue correr 42 km de un día para otro. Los sueños a largo plazo cultivan la paciencia, el orden y te ayudan a tener una rutina. La perseverancia es parte de la fórmula del éxito en la vida. Personas con grandes talentos no llegaron a brillar por no haber sido constantes.
Nunca dejar de luchar. El luchador persigue su sueño, no espera a que el sueño toque a su puerta. Sabe lo que quiere y actúa con decisión y determinación. Tiene claro que necesita implicarse y esforzarse. Y que el cansancio es parte del camino, no la excusa para abandonar. Sólo cuando luchas vences. La mente de un luchador se crece ante la adversidad. Porque donde los perdedores ven barreras y excusas, los luchadores visualizan soluciones para derribarlas.
Un maratón es una prueba en la que la persona aprende a superarse a sí misma. Todos los que un día empezaron a correr se ilusionaron con la idea de cruzar la línea y ser un finisher, levantar los brazos y mirar al cielo, y poder dedicar su triunfo personal a quien les apoyó o les sirvió de motivación para esforzarse en los momentos en los que apetecía tirar la toalla.
Cuando entrenas para correr un maratón entrenas para la vida. Los valores que te mueven a luchar por tu sueño son los mismos que un trabajador, un amigo, un padre o una persona necesitan para ser un triunfador.
("Entrenar para la vida", Patricia Ramírez)
Suscribo cada una de las hermosas palabras de la entrada que has escrito. Y, desde luego, para comprenedrlas en su totalidad hace falta correr un maratón....
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