"He aprendido que el amor pasa, pero lo amado permanece. He aprendido que la sabiduría no se alcanza sabiendo, sino dudando. He aprendido que la vida es cruel con la mayoría y generosa con la minoría, por lo tanto es injusta con todos. He aprendido que hay miradas que dejan más huellas que cualquier pie. He aprendido que la resistencia de los grandes árboles proviene de sus raíces. He aprendido que el último paso es tan importante como el primero, porque el último paso de un camino andado es el primero de otro camino por andar.
He aprendido que hay más poesía en las calles que en las bibliotecas, y más música en el campo que en los conservatorios. He aprendido que cualquier hombre y cualquier mujer, desnudos en una cama miden exactamente lo mismo. He aprendido que las nubes tienen más poder el el Banco Mundial. He aprendido que tener buenos amigos consiste en ser buen amigo.
He aprendido que hay tanto mundos como personas, y tantas personas como formas de sentir. He aprendido que el miedo es un estado de la consciencia. He aprendido que al héroe no lo hace la capacidad de vencer sino la capacidad de sufrir. He aprendido que quien nos quiere nunca nos mienten, aunque no nos diga la verdad. He aprendido que tener tiempo es la mayor riqueza.
He aprendido a llorar con los que lloran, a reír con los que ríen y a callar con los que calla, sabiendo que mis propias lágrimas, mis propias risas y mis propios silencios tenían más valor en compañía. He aprendido que el reflejo de una mano izquierda es una mano derecha. He aprendido que se besa, se canta y se ve mejor con los ojos cerrados. He aprendido que Dios existe cuando creemos que existe.
He aprendido que las casas de verdad siempre tienen dos puertas, que las puertas de la verdad siempre tienen dos cerraduras y que las cerraduras de la verdad siempre tienen dos llaves. He aprendido que la madre abraza al hijo el primer día de su vida y ay no lo suelta jamás. He aprendido que el dolor es el mejor maestro y el amor es el mejor consejero. He aprendido que un hombre es tan libre como sus actos.
He aprendido que la soledad es un derecho natural del creador. He aprendido que la bondad siempre es un don para quienes la reciben pero también, a veces, es una maldición para quienes la ejercen. He aprendido la necesidad de olvidar lo que nos hizo daño, para volver a ser frágiles. He aprendido la importancia de olvidar viejos errores, para empezar a cometer errores nuevos.
He aprendido a rodearme de gente en paz para hacer la guerra. He aprendido que hay personas tan cegadas por la envidia que no podrían ver jamás sus propias virtudes. He aprendido que no hay esperanza más fuerte que la de los desesperados, que no hay felicidad más pura que la de los enfermos, que no hay dignidad más noble que la de las personas sencillas.
He aprendido que el problema, la mayoría de las veces, se soluciona comprendiéndolo. He aprendido a escribir, porque he aprendido a tachar. He aprendido a escuchar, porque he aprendido a callar. He aprendido a renacer, porque he aprendido a perdonar. He aprendido que mis seis era un nueve para ti, poniéndome en tu lugar.
He aprendido que no soy mejor que nadie, ni peor tampoco. He aprendido que hay historias de amor que, justamente porque no ocurrieron nunca, terminan siendo inolvidables. He aprendido que la felicidad no existe, sino que somo nosotros los que la hacemos o no la hacemos existir. He aprendido que el dinero salva menos vidas de la que compra. He aprendido que los ancianos necesitan tanto cuidado como los niños.
He aprendido que la codicia es una enfermedad social. He aprendido que el poder no puede tanto como el querer. He aprendido a no cantar sin un motivo, a no rezar sin un deseo, a no trabajar sin una esperanza. He aprendido que el humor es algo muy serio, y que la gente demasiado seria me suele hacer reír. He aprendido que el hombre neutral muere de neutralidad.
He aprendido a desaprender. He aprendido a desaprenderme. He aprendido a amar, que es lo mismo que aprender a vivir. He aprendido a vivir, que es lo mismo que aprender a convivir. Y eso, justamente eso, es lo único que quiero seguir aprendiendo. Y eso, justamente eso, es lo mejor que aspiro a aprender"
He aprendido que no soy mejor que nadie, ni peor tampoco. He aprendido que hay historias de amor que, justamente porque no ocurrieron nunca, terminan siendo inolvidables. He aprendido que la felicidad no existe, sino que somo nosotros los que la hacemos o no la hacemos existir. He aprendido que el dinero salva menos vidas de la que compra. He aprendido que los ancianos necesitan tanto cuidado como los niños.
He aprendido que la codicia es una enfermedad social. He aprendido que el poder no puede tanto como el querer. He aprendido a no cantar sin un motivo, a no rezar sin un deseo, a no trabajar sin una esperanza. He aprendido que el humor es algo muy serio, y que la gente demasiado seria me suele hacer reír. He aprendido que el hombre neutral muere de neutralidad.
He aprendido a desaprender. He aprendido a desaprenderme. He aprendido a amar, que es lo mismo que aprender a vivir. He aprendido a vivir, que es lo mismo que aprender a convivir. Y eso, justamente eso, es lo único que quiero seguir aprendiendo. Y eso, justamente eso, es lo mejor que aspiro a aprender"
("He aprendido", artículo en Periódico Extremadura de José Manuel Díez)