"Hace unos meses me rompí por completo.
Supongo que el cerebro de vez en cuando nos la juega.
Supongo que de vez en cuando nos hace creer que somos más fuertes de los que somos.
Supongo que a veces decide ocultarnos la verdad.
Nos oculta el dolor por algunas muertes, por algunas traiciones, por algunas pérdidas, por algunos errores...
Supongo que a veces el cerebro prefiere ocultarnos el verdadero dolor.
Hace poco leí en algún sitio que un brote psicótico es una especie de volcán que entra en erupción y arrasa con todo.
Perdí el contacto con la realidad.
Ahora a ratos estoy completamente perdido.
Esa es la puta verdad.
No sé lo que tengo.
A rato ni siquiera sé quién soy.
No tengo ni la más puta idea de qué ha quedado del tipo que era.
Tengo ganas de reír a carcajadas y de llorar a moco tendido y no puedo hacer ninguna de las dos cosas.
Tenemos tendencia a callarnos las cosas por miedo a hacer daño".
("Por si las voces vuelven"; Ángel Martín)